Luz
La Zamioculca zamiifolia en kokedama es una planta que se adapta muy bien a diferentes condiciones de luz, desde luz indirecta brillante hasta espacios con poca luz. Sin embargo, prefiere la luz filtrada para un crecimiento óptimo. Evita exponerla a la luz solar directa, ya que puede quemar sus hojas.
Riego
La Zamioculca en kokedama es muy resistente a la sequía y requiere un riego moderado. Para mantener la kokedama adecuadamente hidratada, sumerge la bola de musgo en agua una vez que se sienta seca al tacto. Déjala en agua durante 10-15 minutos, luego escurre el exceso de agua antes de devolverla a su lugar. Es importante no excederse en el riego, ya que esta planta es propensa a la pudrición de raíces si se mantiene demasiado húmeda.
Humedad
La Zamioculca zamiifolia es bastante tolerante a diferentes niveles de humedad. Aunque puede prosperar en ambientes más secos, mantener una humedad media, entre el 40-50%, es ideal para que su follaje permanezca saludable y brillante. Si vives en un lugar muy seco, puedes pulverizar la planta ocasionalmente, pero no es estrictamente necesario para su bienestar.