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Thuja

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La Thuja, conocida como árbol de la vida, es una conífera elegante y resistente, originaria de América del Norte y Asia oriental. Su follaje verde intenso, que puede presentar un aroma característico, la convierte en una planta decorativa ideal para interiores y exteriores. En kokedama, la Thuja destaca por su estructura compacta y su apariencia robusta, añadiendo un toque de frescura y naturalidad a cualquier espacio.

Es una planta que simboliza longevidad y vitalidad, lo que la hace especialmente significativa en el diseño de interiores. Su mantenimiento es sencillo, ya que se adapta bien a distintos niveles de luz y humedad, siempre que se eviten los extremos. La Thuja en kokedama es una excelente elección para quienes buscan una opción decorativa y simbólica que aporte un aire sereno y natural.

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Luz
La Thuja, también conocida como árbol de la vida, prefiere luz brillante e indirecta. Sin embargo, puede adaptarse a condiciones de semisombra. En kokedama, es recomendable colocarla en un espacio bien iluminado, se puede colocar en  exposición directa al sol,  pero que no sea tan intenso, para que no queme las hojas.

Riego
El riego de la Thuja en kokedama debe ser regular, manteniendo la humedad del musgo sin llegar a encharcarlo. La frecuencia ideal es sumergir la bola de musgo en agua cuando se sienta ligera o seca al tacto, aproximadamente una vez cada 5-7 días. Deja la bola sumergida durante 10 minutos y asegúrate de escurrir bien el exceso de agua antes de colocarla nuevamente en su lugar.

Humedad
La Thuja disfruta de ambientes con niveles de humedad moderados a altos. Si el entorno es seco, es recomendable pulverizar las hojas ocasionalmente o colocar un humidificador cerca. Esto ayudará a mantener su follaje saludable y evitará que las puntas se sequen.

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