Luz
La Chamaedorea se adapta muy bien a condiciones de luz indirecta. Prefiere luz brillante filtrada, pero también puede sobrevivir en ambientes con poca luz, lo que la convierte en una excelente opción para interiores con escasa iluminación. Sin embargo, para un crecimiento óptimo, es mejor proporcionarle luz moderada, lejos de la luz solar directa, ya que esto puede quemar sus hojas y causar daños permanentes.
Riego
El riego de la Chamaedorea en kokedama debe ser moderado. Se recomienda sumergir la bola de musgo en agua cuando se sienta seca al tacto y cuando este liviana de peso, generalmente una vez por semana. Deja que la kokedama se remoje en agua durante 10-15 minutos y luego ponla a escurrir para llevarla a su lugar habitual.
Humedad
La Chamaedorea prospera en ambientes con humedad moderada a alta, preferentemente entre el 50-60%. Aunque tolera condiciones de baja humedad, mantener una humedad adecuada ayudará a que sus hojas permanezcan verdes y saludables. Si el ambiente es muy seco, se recomienda pulverizar las hojas ocasionalmente o colocar un humidificador cerca para aumentar el nivel de humedad, evitando así que las puntas de las hojas se sequen.